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GUADALAJARA, Jal., 21 de diciembre de 2020.- Puerto Vallarta se ha convertido en el destino preferido para los ajustes de cuentas, homicidios y atentados contra importantes personajes.
Además del reciente asesinato del exgobernador, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, se pueden contabilizar ataques contra mandos de seguridad municipales, empresarios y hasta desapariciones forzadas de hijos de capos.
La ola violenta en el puerto inició hace ocho años con el ataque perpetuado el 15 de octubre del 2012 contra el que en ese entonces, era director de la policía municipal de Puerto Vallarta, Roberto Rodríguez Preciado. Él fue objeto de un atentado con granadas y armas de grueso calibre en la colonia Emiliano Zapata de esa localidad.
El funcionario salió ileso, pero dos civiles que caminaban por la zona resultaron lesionados. El Cártel Jalisco se adjudicó el ataque.
Otro evento que sacudió a Puerto Vallarta y Jalisco, y llevó la atención nacional e internacional, fue el secuestro de los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, el 15 de agosto del 2016, hace cuatro años.
Con El Chapo en prisión, sus hijos Jesús Alfredo Guzmán Salazar e Iván Archivaldo Guzmán, junto con otras personas, hombres y mujeres, se presentaron en el restaurante La Leche, para celebrar un cumpleaños.
De manera sorpresiva los hermanos Guzmán fueron sometidos, junto con sus aproximadamente 16 escoltas, por un comando armado que los superó en número y armamento. Al final fueron liberados sanos y salvos.
En estos tiempos recientes, además de una ola de personas desaparecidas que han ocasionado manifestaciones y la indignación de los vallartenses por la violencia que se apodera de las calles del puerto, surgió también el asesinato del polémico empresario Luis Felipe Tomé.
Él fue atacado por un comando armado cuando viajaba con dos mujeres y un hombre. El ataque se registró en la misma avenida principal Medina Ascencio. Su acompañante murió en el lugar, mientras que a Tomé se lo llevaron y días después apareció muerto.
También el secuestro masivo de guanajuatenses que participaban en un rally a Puerto Vallarta, y que fueron privados de la libertad de manera ilegal, por un comando armado al ingreso al Puerto.
En todos los casos hasta el momento, no hay pistas ni personas detenidas por los asesinatos, secuestros y ataques ocurridos.
VIOLENCIA CONTRA FUNCIONARIOS
Pero en Jalisco no solo se pueden contabilizar estos ataques en Puerto Vallarta, pues durante esta administración se han registrado ataques y atentados contra funcionarios de primer nivel.
En los dos primeros años de la administración estatal, un total de 48 elementos de los cuerpos de seguridad han sido asesinados. Según estadísticas oficiales, 29 elementos fueron asesinados durante el 2019 y en lo que va del 2020 a punto de concluir, se tiene un registro de 19.
Faltan por contabilizar a los elementos que han sido privados de la libertad, pero que por cuestiones legales no se les puede dar por fallecidos.
Uno de los asesinatos ocurrió el 21 de junio del 2019, cuando en un ataque simultáneo tres elementos de la Fiscalía de Jalisco fueron asesinados a balazos, además de la jefa de Puestos de Socorro, quien se dirigía a su trabajo junto con su esposo, también elemento activo, quien resultó lesionado.
En ese momento, el Fiscal de Jalisco, Gerardo Octavio Solís confirmó que se trataba de un ataque simultáneo, preparado, de una serie de objetivos que serían agredidos, según investigaciones estatales.
En la presente administración, también fue el asesinato del fiscal regional, Gonzalo Huitrón. Fue emboscado y muerto a tiros por varios hombres que lo perseguían cuando conducía junto con sus escoltas por la carretera La Barca-Guadalajara, a la altura de Poncitlán.