La Ahogada, el que la prueba se pica

¿VERDAD QUE NO ES COMO EN MÉXICO?

La situación para el exsecretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, luce desoladora para él, y es que el juez de distrito de Los Ángeles, Alexander MacKinnon, le negó la libertad bajo fianza.

La cuestión de este martes es ¿cómo sería su proceso, en un caso muy remoto de que se le detuviera en México?, porque, para empezar, aquí nadie se dio cuenta de que estuviera involucrado en el narcotráfico del país. Nadie vio o no quisieron ver, Mismo caso con García Luna o el caso del líder de la Luz del Mundo, Naasón Joaquín.

Son tres casos que han dejado en evidencia a la justicia en México, y no es necesario ir tan lejos, en tu colonia, ¿cuántos casos se conocen de ladrones que son detenidos y a los dos o tres días vuelven a las andadas?

Existen casos de delincuentes detenidos hasta 40 veces en menos de 3 meses y salen como si nada y ahí van de nuevo.

¿De verdad que nuestra justicia está bien? No somos de los que les gustan las comparaciones, pero queda muy en claro que debemos de voltear al país del norte e imitarlos en las acciones judiciales, que de verdad, los que tengan que pagar que pague y que no sólo sea un proselitismo de campañas, “vamos a detener a todos los corruptos” y tómala, tienes un hermano grabado recibiendo dinero.

Con la detención de García Lina y Salvador Cienfuegos que se asusten quienes tengan que espantarse, o que no viajen a Estados Unidos, que se resguarden en México, por que aquí de lengua todos los piden con cilantro y cebolla y con mucho chile por favor.

Mala suerte Salvador Cienfuegos, ni tus 750 mil dólares que ofreciste como fianza te bastaron para encontrar de nuevo tu libertad y por lo pronto el próximo fin de semana serás trasladado a Nueva York para continuar con tu proceso penal.

De verdad y que todos los encargados de impartir justicia e incluso quienes nos gobiernan encuentren en estas detenciones un claro ejemplo de lo que se tiene que hacer, y que no sólo sean gritos de campañas políticas o en mañaneras.

POR UNA PIERDEN TODOS

De niños, siempre escuchamos ese dicho. Ese que nos aplicaban los maestros cuando a uno se le ocurría hacer una vagancia y terminaban castigando a todos los del salón por culpa de él.

Bueno, pues aquí aplica no con un castigo, pero sí con algo mucho más grave y aquí va la historia…

Este martes dimos a conocer en Quadratín la desaparición de una pasante de medicina que salió de hacer su guarda en un hospital de Zapopan el sábado pasado y desde esa fecha se desconocía su paradero.

Sus familiares, como todos lo haríamos, al no saber nada de ella, rápido pidieron a las autoridades de San Luis Potosí, de donde es originaria, que emitieran una alerta, para así comenzar con su búsqueda. El lunes por la tarde hicieron lo propio en Jalisco para que se abriera una investigación y así dar con su paradero.

La preocupación no es para menos. En el Estado las desapariciones están a la orden del día. Somos el segundo lugar a nivel nacional en este tema. De feminicidios ni hablamos. Ahí la llevamos, para agregar otra mala fama y mejor ya ni decimos que somos la fosa clandestina más grande de México.

Todo esto de verdad no ayuda en nada. Cuando un familiar sale del trabajo o de casa y ya no se sabe nada, lo primero que viene a la mente es que le pasó algo y las historias fatídicas comienzan a rondan en la cabeza de todos los allegados.

Bien, pues aquí viene lo bueno y lo malo. Cómo dirían ¿quieren la buena noticia o la mala primero?

La buena, que este martes fue localizada con vida la joven Alondra. Estaba en Manzanillo, Colima, en el interior de un café disfrutando de sus días. No había sido víctima de un delito ni mucho menos. Se fue por su propio pie. La regresaron a casa y se las entregaron a sus familiares.

Lo malo, toda la movilización que se hizo por alguien que simplemente decidió no avisar a dónde iba y apagó su celular para perder comunicación.

Dirá que qué bueno que se le buscó y se le halló con vida. Eso no está en duda. Es maravillo, ojalá que todas fueran halladas así. Pero lo malo, es que ese tipo de actitudes provocan que dejen de buscar a personas que de verdad fueron víctimas de un delito por intentar hallar a alguien que simplemente decidió irse a pasear.

Aquí es donde está el problema. Porque se moviliza un sin fin de personas para poder dar con el paradero de alguien, como para desperdiciarlo así.

Claro que no es la primera vez que ocurre. Ya van varios sucesos del estilo en Jalisco y no por eso dejan de buscarlos. Pero ojalá que nos sirva de ejemplo a todos para de menos avisar que estamos bien, aunque no digamos en dónde. Porque hoy en día, a como están las cosas allá afuera, el preocuparse por el bienestar de alguien es muy fácil y hoy en día también el levante un reporte de desaparecidos e iniciar con la búsqueda. Sobre todo, con la Alerta Amber (para menores de edad) y Alerta Ámbar (para mujeres), donde desde el momento en que se denuncia, comienzan los trabajos.

Esto ha sido un gran avance y ojalá que por unos no pierdan otros.