Visión Financiera
Lista de periodistas
El hecho de que haya una lista de periodistas, perfectamente inventariada, con un registro de cuantas notas publican acerca del primer mandatario, y cuál es su sesgo, no es nada nuevo.
Las oficinas de prensa de todas las dependencias, en los tres niveles de gobierno, con más razón comunicación social de Presidencia de la República, hacen una lista cotidiana de las tendencias y de los autores que publican en torno a los titulares de cada instancia gubernamental.
Lo novedoso es la forma.
En tiempos de prianismo, estas diferencias de criterios se subsanaban con dádivas, privilegios o componendas. era cuestión de llegar al precio, o de averiguar la debilidad del columnista de moda, para que, por encanto, la tendencia cambiara de polo a polo, y el funcionario, antes vituperado y criticado, se convirtiera de pronto en lúcido, atinado y digno de alabanza y consideración. Eran los tiempos del chayote institucional.
Hoy esos tiempos y formas han cambiado, aunque no necesariamente para bien. El hecho de que el Primer Mandatario se victimice, se auto elogie, convoque al espíritu de Madero, y se queje ante la nación de que los malvados periodistas le tratan mal, le critican y son incapaces de admirarle, es una muestra peligrosa al menos en tres aspectos…
En el aspecto psicológico, el tema lleva a la reflexión sobre la hipersensibilidad presidencial. Parecería que, en efecto, el líder está ávido de elogio, y que guarda en un cajón de malas energías a todos aquellos que osen criticarlo. El asunto es riesgoso, porque de constatarse una megalomanía de este calibre, hablaríamos de un equilibrio emocional precario, en quien está obligado a mantener el mismo en las circunstancias más adversas, cuanto más en la crítica cotidiana.
En el aspecto sociológico, polariza a la nación en buenos y malos, para no perder la costumbre. Al exhibir a los periodistas produce un estado de animadversión hacia la prensa, los medios y todos los periodistas, que, en grado riesgoso, podría dar lugar a un clima de linchamiento, con severas secuelas para la libertad de expresión en México. La estrategia se parece a la de enjuiciar a los ex presidentes, el presidente tira la piedra, esconde la mano y provoca a las masas, para que sean ellas quienes denosten, o hasta agredan a los informadores que osen criticar al Primer Mandatario.
En el aspecto político, divide a los profesionales de la comunicación en aduladores o críticos y extiende el común denominador de chayoteros a muchos periodistas, que ejercen la crítica en pleno derecho. De este modo, hace aparecer como derecho de réplica un esquema maniqueo que en poco abona al análisis objetivo de la realidad.
Sin contar que la ropa sucia se lava en casa, y el tiempo de la mañanera podría servir para discutir lo de verdad relevante en México y no las fobias a la crítica del presidente. Vistas así las cosas era tan mala la solución de antaño de ofrecer dinero y prebendas, como la de hoy, de provocar antipatías innecesarias hacia la prensa y quienes ejercemos en ella…
Opciones:
a) La estrategia le funciona una vez más a López Obrador, la sociedad chaira se abalanza en contra de los periodistas que critican a su líder
b) La estrategia funciona a corto plazo, a mediano, la gente se da cuenta que hay críticas sustentadas y poco a poco abre la perspectiva de una mayor libertad de expresión
c) La estrategia funciona a corto plazo, pero a largo, ya no tendrá tiempo de corregirse, cuando la población caiga en la cuenta, la libertad de expresión se verá severamente acotada en México