Aún difícil, vacuna contra VIH, considera especialista de UNAM
CIUDAD DE MÉXICO, 12 de octubre de 2020.- Nuevamente, como a finales de mayo pasado, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, situó desenlaces fatales por Covid 19 en los mexicanos en un contexto de desigualdad, injusticia social, concentración de las riquezas y carencias en los servicios públicos.
Casi como al inicio de la emergencia sanitaria, volvió a atribuir las muertes por el coronavirus a la epidemia de enfermedades crónicas no transmisibles y la prevalencia de obesidad y sobrepeso en el 75 por ciento de la población, hipertensión en el 25 por ciento y diabetes en el 14 por ciento.
De acuerdo a su presentación, entre las comorbilidades más determinantes en defecciones por Covid 19 está: hipertensión, diabetes, obesidad, tabaquismo, insuficiencia renal, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y enfermedades cardiovasculares.
“Hemos dicho una y otra vez que México es un país en donde la desigualdad social marca los ritmos, las consecuencias, las capacidades de actuación y el destino de miles, de millones de mexicanas y mexicanos”, expresó en su análisis científico y técnico sobre las graves, profundas y extensas carencias de bienestar en el país a lo largo de cuatro décadas.
Apoyado en cifras del Consejo Nacional de Evaluacion de la Politica de Desarrollo Social (Coneval), señaló que México enfrentó la pandemia en un status quo con los siguientes datos de 2018: 26 millones de personas no tienen acceso a una alimentación suficiente, 25 millones carece de servicios básicos de vivienda y 20 millones no tienen acceso a servicios de salud pública.
Ante la pandemia causada por el coronavirus, un evento de salud pública de enorme trascendencia, señaló que se trata de “la más grande y grave crisis de salud pública que la humanidad entera haya enfrentado en los últimos 100 años, sino además como fenómeno que se presenta en las realidades socioeconómicas, sociopolíticas y socioculturales de cada nación del mundo”.
En su primera intervención, desde el Salón de Comisiones de la Cámara de Senadores, el funcionario federal se permitió quitar el cubrebocas que portaba, dada la sana distancia que mantiene con legisladores y recordó a la población el accesorio como un mecanismo de precaución para la salida de los virus contagiantes.
Información de: Quadratín México