Despliegan Policía Estatal de Caminos y FIR, Operativo Candelaria
GUADALAJARA, Jal., 8 de agosto de 2020.- La suspensión presencial de la celebración de la Santa Cena de la Iglesia la Luz del Mundo por la pandemia del Covid 19, trajo a Jalisco la pérdida económica de casi 300 millones de dólares, esto a la par de lo que dejarán de ganar los comerciantes de la zona aledaña a la sede principal.
La señora María renta su casa a 7 hermanos, integrantes de esta iglesia, provenientes de Estados Unidos. Este año una de sus principales entradas económicas se verá afecta, porque ninguno de ellos vendrá ni pasando la pandemia.
“Yo rento la parte de arriba toda, de hecho son 7 hermanos y el año pasado me habían dicho que si podría quedarse uno más y pues sí claro que sí obvio un cobro extra, pero este año no se va a poder, ni lo que resta del año. Hasta donde me dijeron 2 de ellos se quedaron sin trabajo entonces pues también económicamente no están bien”, puntualizó.
Durante las festividades que se realizan en este mes de agosto, Mari ofrece todas las comodidades de una casa por una módica cantidad, pero ahora este año no será posible.
“Ellos llegaban 15 días antes del día o los días fuertes, aquí se bañaban, cocinaban y a veces lavaban su ropa. Por esos quince días yo les cobraba 8 mil pesos, no es tan caro creo yo, y pues incluso tenían internet”, añadió.
Para María la congregación de fieles a la celebración de la Luz del Mundo era muy esperada por ese ingreso extra servía para estar más desahogados de deudas o incluso para salir a pasear en familia, por eso la noticia de la suspensión presencial del evento no cayó nada bien.
“Sé que la situación pues nos está jodiendo a todos y más porque uno ya tiene contemplado ese dinero extra para pagar deudas o incluso unas vacaciones, pero no pasa nada, sólo pues debemos medirnos un poco más en los gastos, como dicen amarrarnos la lombriz”, puntualizó.
El esposo de María también es otro afectado por esta situación ya que cada agosto paga un permiso para poder poner su puesto de tacos en la Hermosa Provincia, de Guadalajara.
“Mi puesto lo pongo en Esteban Alatorre, ahí los hermanos llegan a comer. El permiso me cuesta entre 2 o 3 mil pesos o más no recuerdo bien, gracias a Dios en esa temporada nos va bien, recuperamos la inversión más las ganancias, esto también solventa mucho nuestros gastos y pues este año no más no”, refirió.
Como María y su esposo, hay cientos de comerciantes que durante este mes su economía se verá afectada ya que la suspensión de los eventos religiosos en la Santa Sede serán bajo la nueva normalidad.