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PUERTO VALLARTA, Jal., 27 de junio de 2020.- Luego de casi tres meses de estar sin trabajar, decenas de vendedores ambulantes han vuelto a las playas de Puerto Vallarta.
Con la esperanza de llevar el sustento a sus hogares, los vendedores se aventuran día a día bajo el sol incandescente y a 32 grados centígrados, promedio, de la temperatura y con más de un 60% de humedad que no deja de hacerlos sudar.
Con sandalias o a ‘talón pelao’, dicen ellos, los comerciantes ambulantes recorren de norte a sur las playas de Puerto Vallarta.
Algunos venden artesanías, otros ofrecen masajes o hacer trencitas, mientras que otros ofertan nieves, tuba o alguna fruta fresca que satisfaga el paladar de los turistas.
«La mera verdad ya no sabíamos qué hacer», expresa Ignacio, quien vende joyería de fantasía por las playas de esta ciudad.
El hombre, con tres hijos y una esposa que mantener, desde la semana pasada volvió a vender, luego de casi 3 meses de no hacerlo y el mismo tiempo en el que estuvo batallando día a día por mantener a su familia.
«Fuimos a los comedores comunitarios, pedimos despensas, prestado, apoyo y nos acercamos a todos los lugares donde nos ofrecían ayuda», expresa el hombre al decirse agradecido por volver a trabajar.
El volver a las playas de Puerto Vallarta, para Marisol es una segunda oportunidad de vida, pues durante casi tres meses dejó de vender los pareos y ropa de playa que ofrecía anteriormente a los turistas.
«Nos la vimos negras», dice la mujer mientras se seca el sudor de la frente y le da un trago a su botella de agua.
Marisol es una madre soltera que tiene que mantener a dos hijos menores de 10 años y su único sustento es vender sus artículos a los turistas.
«Teníamos años que no nos faltaba trabajo, pero en esta ocasión fue como una patada de mula», añade la mujer al decirse bendecida por Dios de poder volver a trabajar.
Por las playas vallartenses, se han vuelto a ver los vendedores ambulantes, quienes ofrecen sus productos a los turistas que, aunque sean a un pocos, representan la oportunidad de poder obtener un ingreso y llevar el sustento a sus casas, luego de que la pandemia del coronavirus los obligó a encerrarse y a dejar de percibir el recurso para mantener a sus familias.