Se esfuma el sueño de Pachuca; pierde contra el Real Madrid
GUADALAJARA, Jal,. 16 de mayo de 2020.- Alberto Macías Hernández tenía la ilusión como la mayoría de los niños de ser futbolista profesional, al crecer en una colonia en la que se transpira futbol muy cercana a Tlaquepaque: El Rosario. A espaldas del Atlas Paradero y colindante con la colonia Atlas. Debido a la cercanía del club rojinegro en su infancia, comenzó a gustarle el futbol.
Siempre fue un destacado en el balompíé, ya que desde temprana edad fue parte de las infantiles de los Rojinegros, posteriormente del equipo interno de la Universidad de Guadalajara y miembro del Club Jalisco.
En una ocasión, sentado junto a sus amigos en la banqueta de su casa, recuerda que se preguntaban a qué actividad se iban a dedicar de adultos. La meta era clara: futbolistas.
Macías y compañía echaron a volar la imaginación, en los tiempos que se se pensaba que el mundo se acabaría, en el año 2000, desde ahí él se visualizaba en la cancha con tres décadas de existencia. La ilusión se haría realidad, más no la creencia de infantes ni mucho menos llegó a imaginar la brillante carrera que tendría lapso después.
Anécdota de las naranjas con su hermano
El hermano de Alberto era un ferviente seguidor de los Rojinegros, tanto que en varias ocasiones, acudía al Club de Paradero a ver los entrenamientos del equipo, acompañado con una cubeta llena de naranjas, las cuales partía por mitad y se las entregaba a los futbolistas de la época al término de cada sesión.
“Él era tan aficionado al Atlas que juntaba su dinerito y se iba a comprar naranjas, las ponía en una cubeta con agua y se iba al club. Entonces en lo que era la cancha 1 del Club Atlas Paradero, se subía a la tribuna de seis o siete escalones donde la gente se sentaba a ver los entrenamientos y de ahí les lanzaba naranjas y entonces los jugadores lo reconocían a él. Un día me invitó y fui. Mi hermano se quedaba a esperarlos para saludarlos y los jugadores lo atendían muy bien. Sale José Luis Real, firma autógrafos y nos invita un raspado y eso a mí se me hizo muy padre. Tan es así que me fui a mi habitación a practicar mi autógrafo.
Llegada a las básicas del Toluca
En la preparatoria (16 años), formó parte del comité de su plantel escolar, lo que admite lo distrajo del futbol y se alejó por un tiempo debido a todo lo que conseguiá de manera gratuita, hasta que un compañero lo invitó a una visoría al Atlas Paradero y después del partido amistoso, lo eligieron para ser parte de las reservas regionales, siendo ese momento su reintegración a la disciplina deportiva.
“Por invitación de un amigo que no era muy bueno, pero sí muy entusiasta, me lleva a unas visorías a Paradero y resulta que nos escogen a otro amigo, a mí y a él no (ríe), siendo que fue él quien nos invitó. Fue el tiempo en que el club Atlas cambia porque terminaron de hacer el Atlas Colomos. Entonces hay un cambio y se llevan al primer equipo a Colomos y se llevan a los mejores jugadores juveniles.
Un entrenador que tenía en el club, que fue futbolista en el Jalisco y con el León en Segunda División, hoy trabaja conmigo en el Deportivo Toluca, Héctor Saldaña y estando él con la idea de que ya no nos llevarían a Colomos por cuestiones económicas, contacta al señor Rogelio Becerra (Toluca) y le pide una visoría, yo no tenía ni idea que existía el Toluca. Ya en el juego, a los 15 minutos, me caigo y se me luxa el hombro y me llevan con un médico socio del club, de apellido Goitia y me lo acomoda, ahí creí que se me iba la oportunidad “, recuerda.
Lo eligen para el primer equipo
Una vez dentro de las inferiores, el profesor Rául Cárdenas y el mítico Miguel Marín, se van a la cancha aledaña a observar la práctica y ambos, le indican al estratega Jorge Valverde, quien no simpatizaba con el estilo de juego del Flaco, que se lo llevarían al primer equipo.
“De repente voltea el técnico de la Primera División, Miguel Marín con el de las reservas y le dicen: ‘Jorge, ese flaco zurdo’, le dice Miguel Marín y también se voltea el señor Cárdenas y dicen: ‘Jorge, ese flaco zurdo’. Y Jorge contesta: ‘No, mira, hay otros’. Y Marín insiste: ‘No, ese flaco zurdo, quédate con él’”, rememora Macías Hernández.
Debut con los Diablos y jalón de orejas
Posteriormente y porque la vida así lo quiso, debutó con la playera escarlata un 19 de mayo de 1991 frente al Atlas de Luis Garisto, ese equipo que tuvo muy de cerca desde su infancia. El encuentro finaliza a favor con marcador de 1-0 con anotación de Narciso Chicho Cuevas.
Años más tarde, el Toluca comienza a apoderarse de la Liga, bajo el mando de Enrique Meza en el banquillo, con jugadores como: Hernán Cristante, Mario Albarrán, Fabián Estay, Salvador Carmona, José Manuel Abundis, José Saturnino Cardozo y muchos otros. Comanda a los rojos hasta los cuernos de la luna, motivo que, según su pensamiento de ese momento, le valía para salir escondido en la cajuela de su camioneta para que la afición no lo viera. Pero Dios y la vida te dan lecciones. A su salida de un partido en La Bombonera, realizó esa acción y una vez afuera, escuchó un grito que lo hizo reflexionar.
“Yo escondido en la cajuela de una Van, salimos del estadio y escucho que gritan: “qué mala persona es Macías”, bueno, no exactamente así, sino con otras palabras y eso me hizo recapacitar. Era lo que más soñaba de niño, que me pidieran un autógrafo y lo estaba negando, por lo que le dije a mi esposa: el proximo partido me esperas dos o tres cuadras del estadio porque voy a salir caminando: no sé si me tarde 15 minutos o dos horas. Así que se da el siguiente juego y salgo a pie y la gente grita: “¡el último, el último!” Y a mí me daba risa y les decía: ‘¿por qué el último?’ No me voy a ir de aquí hasta que le firme al último. Imagínate qué privilegio que alguien te pida un autógrafo. Yo tuve que recapacitar, si era lo que tanto soñaba, hoy lo menosprecio, soy absurdo”, señaló.
Juegos Olímpicos Barcelona 1992
La competición olímpica estaba cerca y el técnico de la Selección Mexicana de futbol Sub 23, Cayetano Rodríguez, arma su lista para encarar esa justa y en ella se encontraba el nombre del espigado defensor, quien revela la experiencia que le dejó acudir a la competición española.
“Llega Cayetano Rodríguez y recuerdo que me llaman: ‘oye, vino a verte César Luis Menotti en un partido contra el Atlante’. La verdad no tuve un partido de alto nivel. Llegamos a las Olimpiadas con un enorme deseo de trascender por que se hablaba muy bien de esa Selección y ya en competencia, no nos fue como nosotros hubiéramos querido, pues no nos alcanzó para pasar a la siguiente fase”, indicó.
“La sensación de cantar el himno es muy emocionante representar a tu país. Pero lo cantas (himno) a todo pulmón y soñaba con ese momento, bueno primero de jugar en la Primera División y después representar a México a nivel internacional”.
Nacimiento de su hija en plena Copa Libertadores
Luego de tener ofertas por parte de Tigres, Santos y Cruz Azul, firma con el equipo de La Noria, escuadra con la que disputa el campeonato de la Copa Libertadores en 2001: una vez pasada la etapa de grupo donde los cementeros califican, viene la etapa de eliminación directa y el cuadro entonces dirigido por José Luis Trejo, viaja a Buenos Aires para enfrentar a Rosario Central, cuando recibe una llamada desde Toluca con apenas unas horas de arribar a tierras argentinas.
“Llegué a Buenos Aires en la mañana, me habla mi esposa y me dice: ´va a nacer’, y yo le pedí la oportunidad al profesor José Luis Trejo de regresarme, dadas las circunstancias que no estaba siendo tomado en cuenta: me regreso de Buenos Aires, llego a la ciudad de Toluca, al día siguiente o a los dos días nace mi hija. El partido practicamente lo vi en el hospital, donde Palencia y Cardozo juegan extraordinariamente”.
A partir de ahí su situación se torna difícil pues tiene poca participación. Empero, siente que valió la pena, pues como hombre de familia que es, dio prioridad a uno de los eventos más importantes que se tienen en la vida, lo que le hace saber con orgullo a la hoy adolescente del hogar.
“Es algo que hoy platico como anécdota con mi hija al decirle: ‘nada más te digo que eres tan importante tú en mi vida y es una bendición que hayas llegado a este hogar, que me regresé de Buenos Aires, llegué en la mañana y me regresé en la noche, con tal de ver este evento de que nacieras tú’, es parte de lo que podemos platicar con mis hijos y lo ven así de ¡wooooow! Pues sí. A final de cuentas la familia para mí es muy importante y fundamental y es algo de lo cual no me arrepiento”, relata con orgullo.
Cerró su estancia en los celestes con la obtención de la medalla de subcampeón, la cual guarda como un grato recuerdo, en un lugar especial de su hogar.
Luego del subcampeonato continental, recibe una llamada de Chivas, pregúntandole si deseaba vestirse de rojiblanco, lo que vio con buenos ojos; sin embargo, su destino no era en Guadalajara, pues otro grande de la Capital del país se interesó en sus servicios.
“Estaba por venir a las Chivas en la época de las Súper Chivas. Me habló el presidente deportivo, Octavio Hernández Romero (q. e. p. d), el estaba con el señor Martínez Garza y me dice: ‘me gustaría ver la posibilidad si te gustaría venir a las Chivas’, yo le dije que no tenía problemas, que platicamos y en eso estábamos y me hablan del América para ver si me gustaría ir a enrolarme con ellos. Estuvimos en la negociación y a final de cuentas Cruz Azul arregla con América”, platica vía telefónica.
Con los cremas permanece un año y es traspasado a la Perla Tapatía para enfundarse en la camiseta de los Rojinegros del Atlas, lo que fue el reencuentro con Enrique Meza, quien llegó a hacerse cargo del equipo. En La Academia juega 26 partidos en un año futbolístico y después pasa al Atlante en 2003 bajo las órdenes de Miguel Herrera y luego de 12 meses finaliza su carrera con San Luis. En total disputa 329 partidos en los que marcó 24 goles.
Lesionado de ambas rodillas decide operarse durante el Clausura 2004, siempre poniendo como prioridad a un ser muy importante, con quien consultó el tema de dejar las canchas como futbolista profesional.
“El 30 de abril me operan mis rodillas y el 1 de mayo del 2004 ahí tomé la decisión. Después de salir del hospital llego a la casa y hago una reflexión en las cosas que he creído siempre: le pedí a Dios que me diera la dirección para saber qué tenía que hacer y andando en bicicleta en Toluca, ahí le pregunto a Dios qué debería de hacer y ahí tengo la seguridad de que ya es momento de retirarnos”, mencionó.
El día posterior al retiro no lo sintió tanto como pudiera pensarse, ya que se encontraba realizando trabajo de rehabilitación, viajando a la Ciudad de México y haciendo los ejercicios en un club del Estado de México, donde le dieron todas las facilidades. En ese lapso, Cruz Azul no se entera de la decisión tomada y lo inscribe al régimen de transferencias; no obstante, ya no hubo marcha atrás.
“Seguí de otra manera la rehabilitación, no para recuperarme, para regresar, sino para quedar bien. Iba a revisión a la Ciudad de México, hacía mis terapias en un club de Toluca donde me daban la oportunidad de entrar al gimnasio, de hacer algunas cosas y ahí me recuperé. Mas adelante hubo una opción: en el Draft me habla la gente de Cruz Azul y me dice:’Te vamos a meter al Draft’ y a mí se me había pasado comunicar de mi retiro a Cruz Azul, el cual era dueño de mi carta y les pedí de favor que no me inscribieran al Draft, porque ya había tomado la decisión de retirarme.
Entrenador de inferiores
Un año después de su retiro, Macías es invitado a la organización choricera por medio de un reconocido directivo de los Diablos, quien lo recomienda para hacerse cargo de las fuerzas inferiores como entrenador, cargo que ostenta hasta la actualidad.
“Me integro en 2005 al Centro de Formación del Deportivo Toluca, de la cual yo salí de ella y empiezo a ver cuáles eran las necesidades que quería Toluca, siempre basado sobre la planificación y trabajo que tenía Toluca y ahí me gustó el área de fuerzas básicas. A la par hacía mi carrera de Director Técnico en la Escuela Nacional de Directores Técnicos en Guadalajara y desde entonces estoy en el Centro de Formación de Toluca en Guadalajara”, finalizó.