Hicimos lo mejor que pudimos en el tema de desaparecidos, afirmó Alfaro
GUADALAJARA, Jal., 13 de mayo de 2020.- Estrés, frustración, cansancio, enojo, decepción y miedo a enfermarse, a las tareas e incluso a la situación económica; son los principales sentimientos y emociones de las niñas, niños y adolescentes en medio del aislamiento por la pandemia por el Covid 19.
Esta situación obliga a muchos menores a que se aíslen más, depriman, coman mal e incluso se droguen.
Ante esta situación varios especialistas en salud emocional, expusieron sus alternativas dentro del panel virtual: Los impactos de la pandemia en la salud emocional de niñas, niños y adolescentes, y herramientas para mitigarlos.
Participaron la profesora-investigadora del Centro Universitario de la Ciénega (CUCiénega) y psicoterapeuta especializada en adolescencia y delincuencia, doctora Ana Cecilia Morquecho; la psicoterapeuta especializada en niños, Marcela Aguilar Mendoza, quien es cofundadora de Mentalizar México, SC.
Otros ponentes fueron la profesora-investigadora del ITESO y psicoterapeuta especializada en adolescencia y atención de adicciones, Esmeralda García Aceves; y el profesor de la Facultad de Medicina y Coordinador de Desarrollo Educativo e Innovación Curricular, de la UNAM, Melchor Sánchez Mendiola.
Ana Cecilia Morquecho, habló de la importancia de involucrar y sumar a los adolescentes a la situación actual, ya que ellos son agentes de cambio.
Para motivarlos, dijo, se debe centrar la atención en lo bien hecho y en los esfuerzos realizados en medio del hogar, y no tanto en lo que falta o se ha dejado de hacer, es decir, ver lo positivo y generar una estrategia de alternativa de solución.
Cada familia es muy diferente y sus características también, por ello, deben invitar al adolescente a participar, a preguntarse qué harían si se enferman de Covid, en qué tareas puede ayudar y qué propone.
Para resolver los conflictos o crisis, la especialista propone varios pasos: no imponer como adultos la conversación; pedirle al menor que defina en dos palabras cómo se siente, para determinar si guardamos distancia o se le acompaña; invitarlo a escribir para que se desahogue, incluso a través de mensajes en redes sociales siendo cuidadosos y aprovechar sus habilidades cognitivas para hacer propuestas familiares.
Marcela Aguilar, se refirió a la necesidad de que los adultos estén bien, para que los menores también. Esto es que sean los proveedores de su seguridad, porque son en quienes se apoyan los adolescentes, “somos su base”.
Por ejemplo, que ellos vean que cuando salen a la calle, que se deba a una situación necesaria y con todas las medidas de prevención, para que ellos se reflejen.
Filtrar información que no deben de saber y ver cómo ven ellos la situación desde su perspectiva. Dejarlos dibujar, que expresen sus emociones a través de imágenes aunque sean negativas, para actuar.
Melchor Sánchez, en su tema sobre las recomendaciones para trabajar y atender a los adolescentes y la dificultad para manejar sus emociones, dijo que hay que fortalecer las emociones positivas.
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