
Genio y figura
USO DE PODER
Vaya escándalo de proporciones nacionales. El alcalde de Ruiz, Nayarit, Jesús N, fue trasladado al Penal Venustiano Carranza de Tepic, por un ataque sexual a una menor de edad. El agente del Ministerio Público solicitará la condena máxima de 30 años para el supuesto agresor sexual.
El doctor, Jesús N, ahora exalcalde de la alianza de los partidos políticos PAN-PRD-PT fue detenido por la Guardia Nacional y elementos de la Fiscalía General del Estado.
Fue el lunes 27 de abril, cuando se realizó una fiesta en una excéntrica construcción del alcalde panista, por el cumpleaños de su hija, producto de otro matrimonio.
De acuerdo con versiones de vecinos de la colonia Llave del Agua, era una fiesta como las múltiples que ahí se realizaban, en las que participaban funcionarios de la administración municipal, deportistas y amigos del expresidente municipal.
Los habitantes del lugar indican que ahí “suena la banda seguido, hay alcohol y droga hasta el amanecer”.
En el celular de una señora sonaba el timbre de una llamada durante las altas horas de la madrugada, era la tía de la menor de edad, de 17 años, quien pedía auxilio. Su tía fue en su inmediata búsqueda, y ella contó toda la escena brutal a la cual fue sometida.
La tía, la trasladó ante las autoridades, quienes iniciaron la integración de la carpeta de investigación y solicitaron al médico legista un dictamen médico, dando como resultado un ataque a la integridad corporal.
El martes 28 de abril, fue detenido Jesús N, alcalde panista de Ruiz, Nayarit, por su presunta responsabilidad. Tras practicársele los protocolarios análisis, psicológico, de semen, entre otros, la fiscalía indica que los resultados fueron positivos.
El miércoles 29 de abril, el expresidente municipal fue trasladado a un área especial del Centro de Readaptación Social Venustiano Carranza, como un potencial agresor sexual.
En las próximas horas, habrá de ser presentado ante el juez de Control, quién definirá de acuerdo a las pruebas su vinculación a proceso.
El suceso ha marcado a la población de Ruiz. Una hecatombe cimbra la moral, el prestigio y el futuro electoral de los partidos coaligados que llevaron a la gubernatura a Antonio Echevarría García, compadre del hoy detenido.
La noticia debilita a quienes, respaldados por el Gobernador Echevarría, aspiran a la gubernatura de Nayarit por el PAN, PRD y PT.
Nada menos, el hoy alcalde detenido, presunto responsable de agravio sexual, era el potencial candidato a Diputado Federal por la Zona Norte, por su partido político, el PAN.
Y como sucede en estos casos, el escándalo mediático ya emitió su veredicto. Poco importa la investigación o el código penal. El daño político y moral a la persona y al grupo político del exalcalde de Ruiz, Nayarit, están hechos. Habrá que ver qué dicen los lentos mecanismos de la justicia en este caso y evaluar los daños perpetrados a la presunta víctima.
DESPUÉS DE AHOGADO EL NIÑO
Este jueves las autoridades de Tala ya andaban buscando al hombre que sus policías de manera arbitraria detuvieron por no traer cubrebocas.
Tuvo que pasar algo tan vergonzoso como fue la exhibida en redes sociales de miles de cibernautas y el enojo del propio cineasta jalisciense, Guillermo Del Toro, para que la autoridad se diera cuenta de la prepotencia de sus policías.
Porque sí, hay que decirlo, así como hay elementos que han sabido invitar a la ciudadanía a cumplir los lineamientos obligatorios del aislamiento de manera pacífica, en este caso brilló la prepotencia que mostraron.
Ahora falta ver qué procedimiento administrativo o de sanción aplicará el ayuntamiento de Tala en contra de estos elementos, porque el hecho de ofrecer una disculpa y hasta perdonar la multa al hombre que ni siquiera era de ese municipio, no quitará el mal sabor de boca que dejó.
Y también ver qué dice la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco, quienes acudieron a la comisaría de la policía de Tala, pero no hablaron de acciones sugeridas en contra de la corporación.
HONOR A QUIEN HONOR MERECE
Una tarde nublada con lluvia y una pandemia llamada Coronavirus marcó el Día del Niño del 30 de abril de 2020 para miles de infantes en Jalisco.
Su mente e inteligencia quizás no alcancen aún a entender la magnitud de un problema de salud que se convierte en una cadena de otros padecimientos económicos, políticos y sociales y que ya empiezan a repercutir en sus familias.
Pero, quién tuviera la inocencia de un niño para guardar la esperanza de un futuro, que aunque diferente, no dejará de ser alentador para quienes libremos esta batalla.
HOY LA AYUDA NO LLEGÓ
Esta crisis por la que está pasando México y que se nota en miles de hogares se le está haciendo complicada para el Gobierno, y es que, si bien han intentado brindar todos los apoyos posibles ya sea con dinero, con ayuda para los negocios, entrega de despensas y más, se les hace casi imposible poder llegar a todos.
Todo esto se está convirtiendo en una oportunidad para que grupos delictivos repartan comida en diversos puntos de Jalisco, tal y como pasó ayer en el Mercado Bola, donde ayer sujetos armados y en lujosas camionetas, abrieron las cajuelas y comenzaron a repartir bolsas con comida no perecedera.
La gente sin importarle de dónde proviniera, se aceraron a tomar su apoyo.
Este jueves, en espera de que se repitiera la repartición de artículos. Personas comenzaron a hacer fila, la que se hizo tan larga que comenzó a llamar la atención de otras personas que pasaban por el lugar.
Ante esto, elementos de la policía terminaron por acudir al lugar a solicitarles a todos que se fueran a su casa, porque no era bueno permanecer en la calle y provocar tumultos. La reacción de muchos, por no decir que, de todos, fue coraje, porque esperaban irse a casa con algo de comida y en lugar de eso, se fueron con una llamada de atención.
Se entiende que la necesidad es mucha y por más que todos los ayuntamientos y el Gobierno Estatal hacen esfuerzos para llegar a todos, se está volviendo casi imposible. Ojalá que encuentren la forma de llevar algo de apoyo para todos los que la están pasando mal en esta pandemia por Covid 19.