El fin del INE o la reforma que se asoma
Las y los verdaderos héroes
Escuchar sus testimonios, ver sus rostros, palpar su angustia y a pesar de eso ver en ellas y ellos el espíritu de servicio, deja una buena sensación.
Son enfermeras y enfermeros que lejos de ser agredidos, deberían ser ensalzados por la gran labor humana que realizan.
Dicen los faltos de cerebro que los agreden, que es porque los van a contaminar, pero cómo cuestionar la integridad y las medidas de higiene y preparación en un personal que durante años han estado acostumbrados a las medidas de prevención, no sólo ahora que está la pandemia.
Sería más fácil que ellos, los enfermeros y enfermeras tuvieran miedo de los que andan en la calle sin ninguna protección, sin ninguna medida, en los camiones llenos, con sus hijos en la calle y circulando en sus autos de paseo.
Escuchar los testimonios de enfermeras que han sido agredidas en el camión es aberrante, pero cómo creer que un individuo se atreva incluso a insultar a una enfermera que va en su auto; sin hacerle ningún daño, sin siquiera tocarlo; en plena avenida y no contento con eso, hasta seguirla para continuar agrediéndola verbalmente, eso sí es estar enfermo, peor que si tuviera Covid 19.
Ojalá que todos ellos que de manera irracional han agredido física y verbalmente a enfermeras y enfermeros, sembrando miedo entre ellos (porque también son humanos), ojalá que no lleguen a ser contagiados de Covid 19, para que no necesiten de ese apoyo y servicio de estas servidoras a las que tanto repudian.
Lo podrido de la sociedad
Hoy, que como sociedad estamos inmersos en una situación de salud bastante delicada, nos damos cuenta de los verdaderos males que empañan a la humanidad, y en esta ocasión no se trata de los gobernantes ni de los virus, al fin y al cabo a los primeros los pusimos donde están, y los segundos son causa de descuidos de la misma gente. Hoy, lamentablemente quedan al descubierto varias personas que tanto mal le hacen al entorno.
Ya son varios los días en los que se informa sobre situaciones bastantes desagradables ocurridas contra personal de servicios médicos. Ataques con cloro, golpes, palabras ofensivas, ocasionados por personas desadaptadas, quienes dejan en claro que tienen un desequilibrio emocional o un problema mental, sin pensar un poquito en que, como está la situación, ellos o sus allegados tendrán que necesitarlos.
Pero ahí no para la cosa, ahora resulta que un grupo de jóvenes a bordo de motocicletas salieron a las calles para hacerle bromas a personas de la tercera edad.
Se acercan a ellos para darles alguna información o les ofrecen una moneda; ya cuando los tienen a quemarropa les rocían espuma en la cara para después escapar riéndose quedando todo grabado en un celular.
Ese tipo de acciones contra personal de los servicios de salud o contra los adultos mayores solo nos da a entender que los susodichos no tienen por quién preocuparse o de plano les vale la vida.
Hoy el gobierno deja en claro que no va a soportar este tipo de actos, totalmente vandálicos, ya se registró la captura de uno de los agresores de las personas de la tercera edad, y ya se informó sobre las acciones que se tomarán para evitar ataques contras los que entregan su vida por la sociedad (Enfermeros, médicos, paramédicos).
Sin escrúpulos
Y siguiendo con el tema de gente que no tiene un poquito de conciencia sobre la importancia de las otras personas. Está el caso de un influencer (que no merece ni decir su nombre), que aún contagiado con coronavirus decidió salir a la calle muy campante a comprar pizza y hacer el súper.
Este venezolano, se le ocurrió que era buena idea brincarse la cuarentena y exponer a toda la gente con la que estuviera a su alrededor, y no solo eso, se le hizo que ta brillante grabar todo para subirlo a YouTube.
Su excusa es que acudía en horarios donde no había mucha gente. El punto es que sea poca o mucha, contaminado, expone a personas que no tienen por qué ser contagiadas.
Es triste a qué punto se puede llegar por querer ganar o mantener seguidores en una red social.
Poner en riesgo a miles de personas por esa banalidad de ser famoso. De ganar patrocinadores, esos que hoy en día le apuestan más a personas de ese tipo, que a medios que busquen informar.
El joven, después de tantas críticas y que pidieron que lo exiliaran, ofreció disculpas públicas, pero el daño ya estaba hecho.