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¡¡¡Plop!!!
Cine, cultura y crítica política
Mientras que la ceremonia de entrega del Oscar se ha convertido, desde que los Obama se apoderaron de ella, en un escaparate «políticamente correcto», en México, la ceremonia de entrega del Ariel se convirtió en un acto de voces críticas hacia el ejercicio del Gobierno Federal.
El Presidente de la Academia de Artes y Ciencias cinematográficas, Ernesto Contreras llamó a cerrar filas en contra de los recortes presupuestales a la creación artística. El ganador del Ariel al mejor corto animado, Luis Téllez fue más específico: su corto se produjo gracias a una beca del FONCA. Y el notable director, Arturo Ripstein, con elocuencia poética, puso los puntos sobre las ies sobre la importancia que tienen el cine, la cultura y el mecenazgo del Estado, en esta actividad creadora.
Otro tema político que irrumpió en el escenario fue el de la migración. La Academia, con sutileza e inteligencia, otorgó el «Ariel de Oro» por su trayectoria, al creador de universos sonoros, Nerio Barberis, él mismo migrante, quien se exilió de su patria en Sudamérica y encontró en México lugar para echar nuevas raíces. Durante la ceremonia, las alusiones a la migración y a la solidaridad fueron abundantes y el desenlace de esta trama corrió a cargo de Héctor Bonilla, homenajeado con el «Ariel de oro», por su trayectoria actoral, quien a su vez, homenajeó a todos los migrantes Republicanos que llegaron hace 80 años a México y aportaron su talento al cine, al arte y a la cultura de este país. Por cierto que en un rasgo de ácido humor político, Bonilla, quien reconocía el trabajo político de María Rojo, la «María de su corazón», presentadora a su vez de Héctor, llamó «curuleros» y no diputados a los actores que nada más se sientan en San Lázaro y no producen nada para el país.
Finalmente, el ganador del Ariel al mejor corto documental, minutos atrás había puesto otro dedo en otra llaga, y mientras se declaraba abiertamente votante en favor del régimen actual, también cuestionó, a partir de la temática de su corto, la inacción para llevar a la justicia a quienes delinquieron en este país, y aseguró que no desea caer en la sospecha de complicidad entre delincuentes y gobierno, de nuevo.
En síntesis, una noche de reflexiones lúcidas, aportadas por un segmento importante de la inteligencia crítica mexicana. «La familia cinematográfica», como se llamaron a sí mismos, demostró una capacidad de análisis agudo que puede pasar de la comedia al terror en minutos. Ellos alzaron la voz para señalar que México no merece un escenario semejante.
Y luego de la ceremonia quedan las siguientes opciones:
a) ¿Se escucharán estas voces y el audio de este mensaje llegará a su altísimo destino?
b) ¿El ejército de bots atacará en 3,2,1… a través de redes a los cineastas, aduciendo que el cine es una actividad corrupta que debe sanearse?
c) ¿La reflexión de los creadores de historias bajará del cielo creativo y alcanzará a impactar al hombre de la calle que forma parte del pueblo «sabio y bueno»?
d) ¿Y de ser así, en una encuesta a mano alzada, los asesores populares podrán impactar en el financiamiento al desarrollo artístico y cultural del cine?
Usted elige…