Conforman 11 estados la alianza turística del Pacífico
La Capital de Nayarit ya tiene playa, a sólo media hora se ubica el Puerto de San Blas y uno de los atractivos ecoturísticos más destacados de este lugar: el paseo al manantial de La Tovara, en un ambiente selvático extraordinario.
El recorrido comienza en el embarcadero de La Aguada, muy cercano a la playa de las Islitas en San Blas. Es un paseo a la selva fantástico, entre túneles de vegetación cerrados y abundantes, en el ecosistema de manglares. Son 8 kilómetros de aguas serpenteantes, emanadas por un manantial. El agua se ve oscura por las raíces del manglar, pero es diáfana y transparente. Es una mezcla de agua salada y dulce, del venero, lo que favorece una gran biodiversidad de flora y de fauna.
Nos guía José Inocencio Bañuelos Delgado, mejor conocido como “Chencho, el Guardián de la selva”, quien nos explica que hay cuatro clases de árboles de mangle en este paseo, el blanco, el rojo, el negro y el chino. El ecosistema convoca a gran variedad de aves, 25 especies de garzas pueden apreciarse en el paseo, algunas de las más célebres, son la Garza Canela o Garza Pico de Bote, endémica de esta región, la garza azul y la garza imperial. Aves de plumajes gráciles que adornan el paisaje.
Los mamíferos también pasan lista de presente. En nuestro recorrido pudimos apreciar como una familia completa de tejones, unos 18 individuos, cruzaban el río por encima de nuestra lancha, a través de un túnel de vegetación.
Pero sin duda los grandes protagonistas del tour son los saurios. Las tortugas dan marco a las estrellas del espectáculo: los cocodrilos. En la Tovara hay un cocodrilario que ha hecho una labor notable en la recuperación de esta especie, que por ahora en estos parajes parece libre de la amenaza de extinción. Los cocodrilos nadan libremente y aparecen en el paseo como actores estelares. Chencho nos tranquiliza y refiere que no existe riesgo alguno para los paseantes, él mismo hace el recorrido varias veces al día y tiene el olfato desarrollado para detectar cocodrilos a varios metros de distancia, mucho antes que el turista los distinga.
El destino final del paseo es divergente, puede llevar al manantial mismo, donde nace el agua y en donde es posible darse un refrescante baño (hay rejas que aparatan a los cocodrilos) o simplemente comer a orillas del venero. El otro destino es el cocodrilario, en donde los biólogos explican el manejo que hacen de estos animales para asegurar su reproducción y su reintegración al hábitat.
La Tovara es sin duda uno de esos escenarios naturales extraordinarios que hacen de Nayarit un destino privilegiado, a escasas tres horas de Guadalajara, por autopista. Tepic se constituye como destino de pernocta y La Tovara un paseo obligado.
No en balde el sitio oficial de la capital visitatepic.com indica como eslogan: “Que lindo es Tepic y todo Nayarit”.
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