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MORELIA, Mich., de diciembre de 2018. – El penal de máxima seguridad a nivel local se encuentra al tope y podría estar en puertas del hacinamiento; la directora Técnica del Sistema Penitenciaria Miledi Rodríguez Rosas aseguró “este centro ya está rebasado”.
“En el último medio año ha venido al alza los ingresos de delitos de alto impacto, como secuestro y extorsión, esto tiene como medio año que subió.
Este centro ya está rebasado… el penal es más o menos para mil y algo de internos y ya están en mil 100, ya no tiene capacidad…”, enfatizó Rodríguez Rosas en entrevista el pasado domingo, declaraciones con las que coincidió la coordinadora del Sistema Penitenciario, Citly Velasco Martínez.
La coordinadora añadió que “se está trabajando con el órgano administrativo desconcentrado, para despresurizar en un momento dado, que se puedan mandar a otros centros. Que puedan ser trasladados a otros centros con menor población, pero que estos cuenten con espacio especializado para estas personas”, quedando entonces pendiente aún si hay o no un programa de reinserción local donde la despresurización no se base exclusivamente en el tema de los traslados.
En cambio, sí reconoció la directora del Técnica, responsable de diseñar y vigilar se aplique el plan integral de reinserción social, que las condiciones del Centro de Reinserción Social de Delitos de Alto Impacto son muy particulares, ya que la cantidad de años de condena pueden desanimar a los internos.
Cuestionada sobre el bajo número de graduados del nivel básico, comentó “este centro es algo especial, porque son sentencias muy largas y ellos dicen ¿para qué nos vemos a reinsertar si de todos modos nuestras sentencias son de 50, 60 y 40 años? Entonces, tenemos que sensibilizarlos mucho, para que ellos también vayan viendo cómo apoyarse”.
En ello, agregó Rodríguez Rosas, influye la colaboración de la Iglesia y los servicios espirituales, donde muchos internos encuentran salida a sus emociones, refugio y también motivación para continuar con sus vidas.
A esta situación “compleja”, habría que añadir que el penal fue abierto sin haberse integrado plenamente al organigrama de la entonces subsecretaría de Reinserción Social y no cuenta con suficiente personal de psicólogos, trabajadores sociales y criminólogos para atender a las personas privadas de la libertad.