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JAPÓN, 26 de diciembre de 2018.- Japón se retirará de la Comisión Ballenera Internacional en 2019 para reanudar la caza comercial de ballenas el próximo mes de julio por primera vez en aproximadamente tres décadas, anunció este miércoles el gobierno de Tokio.
Tras la retirada, que ha sido condenada por la comunidad internacional, Japón planea cazar ballenas en aguas cercanas y dentro de su zona económica exclusiva, pero no en el océano Antártico, donde el país ha llevado a cabo la llamada «caza científica» con fines de investigación.
En rueda de prensa, el jefe de gabinete, Yoshihide Suga, aclaró que en la CBI no es posible ni siquiera buscar la coexistencia de estados con puntos de vista diferentes. En consecuencia, «Japón ha sido llevado a tomar una decisión».
En la reunión en Brasil, la propuesta de Japón de reanudar la caza comercial de ballenas fue rechazada.
El anuncio se produjo meses después de que Tokio amenazara con abandonar la organización internacional que durante mucho tiempo ha estado profundamente dividida entre las naciones pro y contra la caza de ballenas y otras que apoyan a uno u otro lado.
Bajo las reglas de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), se espera que el retiro de Japón entre en vigencia el 30 de junio luego de la notificación a la comisión antes del 1 de enero.
Incluso después de la retirada, Japón continuará contribuyendo a preservar los recursos marítimos participando en la CBI como observador y conduciendo la caza de ballenas dentro de los límites de captura calculados por el método de la organización, consideró Suga.
«La declaración de hoy está fuera de sintonía con la comunidad internacional, y mucho menos con la protección necesaria para salvaguardar el futuro de nuestros océanos y estas majestuosas criaturas», señaló en un comunicado Sam Annesley, director ejecutivo de Greenpeace Japón.
Annesley indicó que la pesca excesiva ha llevado al agotamiento de las ballenas en las aguas costeras japonesas y en alta mar y que muchas poblaciones de esta especie no se han recuperado.
Japón es miembro de la Convención de los Estados Unidos sobre el Derecho del Mar que exige el uso y la conservación de los recursos marítimos a través de entidades internacionales.
Suga insinuó la posibilidad de crear un nuevo marco internacional sobre la caza de ballenas en el futuro, reportó la agencia japonesa de noticias Kyodo News.
Durante los últimos 30 años, Japón ha cabildeado para que se reanude la caza comercial de especies relativamente abundantes, como las ballenas minke, mientras que todavía es miembro de la CBI, pero sus intentos siempre han sido bloqueados por países como Australia y Nueva Zelanda.
Una propuesta japonesa para cambiar las reglas de toma de decisiones en la CBI también se rechazó en la reunión de septiembre, lo que llevó a Tokio a emitir una amenaza velada que potencialmente podría retirarse.
Japón no estuvo de acuerdo con el hecho de que la CBI no cumplió con el «doble mandato» de promover la conservación de las ballenas y perseguir el desarrollo de la industria ballenera.
Aunque la evidencia científica ha demostrado que ciertas especies de ballenas son abundantes, los países miembros que se centran exclusivamente en la protección de las ballenas se han negado a tomar «medidas tangibles» hacia el uso sostenible de los recursos marinos, comentó Suga.