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CIUDAD DE MÉXICO, 6 de junio de 2018.- A partir de la Conferencia de las Partes en el Convenio sobre la Diversidad Biológica (COP13) realizada en México, se triplicaron en el país las áreas naturales protegidas, sobre todo en ecosistemas marinos, resaltó Hesiquio Benítez, director general de Cooperación Internacional e Implementación, de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodivesidad (Conabio).
En conferencia de prensa, para hablar sobre el taller denominado La Ruta que Enfrentamos: Avances en la Integración de la Biodiversidad para el Bienestar, realizado en la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Benítez dijo que en la COP 13 se firmó el acuerdo que fue histórico entre la Semarnat y la Secretaría de Agricultura, para evitar que se otorguen subsidios para actividades productivas que atenten contra las áreas protegidas o contra los bosques y las selvas.
También desde entonces, abundó Benítez, se han hecho proyectos y acciones más focalizadas a la protección de la biodiversidad y se han realizado colaboraciones con organizaciones internacioanles.
A manera de ejemplo, refirió que se pondrá en marcha una herramienta en línea para identificar predios en áreas protegidas donde haya especies amenazadas y determinar si es conveniente o no hacer inversiones que atenten contra la biodiversidad.
También sigue en marcha el Biofin, proyecto hecho con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que inició en julio de 2015 y que concluirá en este año.
Con el Biofin, dijo Benítez, se mapean todos los recursos financieros de todas las dependencias de gobierno y de toda la cooperación internacional, para ver dónde van los flujos en materia de biodiversidad marina y terrestre.
«Nos da un mapa muy claro de dónde estamos colaborando con distintas instituciones y dónde tenemos grandes huecos para mplementar nuestra estratega nacional de biodiversidad, es decir, estamos teniendo un enfoque mucho más estratégico de dónde se necesitan recursos y cooperar para cumplir con nuestras prioridades.
«Y todo esto es un proceso, o sea, no es que a partir de la COP y pasado mañana ya está, pero sí ayudó a detonar muchos de estos diálogos con los demás sectores, la búsqueda de proyectos, la cooperación internacional, la cooperación para el desarrollo, con herramientas que nos dan mucho más certeza de cuáles son las acciones que tenemos que implementar en México y cómo esto contribuye con las metas globales», dijo Benítez.
A cinco meses e que se lleve a cabo la COP 14, en Egipto, Juan Antonio Mateos, titula de la Oficina de la Presidencia de la COP13, expresó que lo más relevante es que hace dos años se sentaron las bases para trabajar en favor de la biodiversidad.
«Tal vez lo que se inició en Cancún (en 2016) fue un proceso; no es que hayamos alcanzado objetivos concretos y metas concretas, sino que se desató un proceso que no existía y es un proceso que nos permite hablar de manera distinta sobre las cuestiones de biodiversidad y sectores productivos.
«Esta discusión no existía hace dos años, y esto lo presentaría como uno de los grandes logros; ya es distinto que se sienten a la mesa agricultura, turismo, recursos forestales, pesca y medio ambiente hablando de biodiversidad», consideró.
En la declaración de Cancún de 2016, abundó Mateos, se planteó por primera vez sacar a la biodiversidad como una especie de cosa etérea y vincularla a los procesos productivos en materia agrícola, forestal, pesquera y turística, y se hizo un llamado a la comunidad internacional para encontrar métodos , fórmulas y proyectos que permitan hacerlo.
Respecto a que el próximo gobierno se mantenga dentro de los acuerdos en materia medioambiental, David Cooper, secretario ejecutivo adjunto del Convenio sobre la Biodiversidad Biológica, dijo que algo importante es poner en la legislación los acuerdos para que permanezcan.
Creo que el marco legislativo es muy importante en este sentido; las instituciones, como Conabio, es importante asegurar que las acciones sigan. Yo creo que sí se puede sobrevivir los cambios de gobierno».
Mark Zimsky, coordinador de Biodiversidad del Fondo Mundial para el Medio Ambiente, expresó que «con los cambios que van a pasar con las elecciones en México el sistema es fuerte y va a continuar con su estilo de conservación que es muy integrado a los sectores productivos».
El futuro de la biodiversidad en México, añadió, radica en la posibilidad de empatar su valor económico con los intereses de los sectores productivos, que aprovechan la biodiversidad.
El sector privado debe cambiar de mentalidad y ver la afectación de la biodiversidad y al cambio climático como un riesgo que tiene que incorporar en sus planes de negocios.