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ESTADOS UNIDOS, 28 de abril de 2018.- La segunda visita a Estados Unidos de la canciller federal de Alemania, Ángela Merkel, para entrevistarse con el presidente Donald Trump, transcurrió en una atmósfera más cordial que su primer encuentro, pero sin logros sustanciales.
Merkel estuvo el viernes en Washington, de visita oficial, y se reunió durante tres horas con Trump, en un mejor ambiente que hace un año durante la primera entrevista bilateral.
Analistas alemanes consideraron que ello se debe, en parte, a que Merkel entendió que se puede lograr más de Trump con una posición de mayor empatía, de mayor cercanía con su forma de ser.
La visita de 2017 transcurrió en forma casi catastrófica con un Trump ausente e incluso poco educado. Corrió mucha tinta sobre la aparente negativa del presidente estadunidense de estrechar la mano a la canciller federal alemana, sin embargo, Merkel no trajo tampoco en esta ocasión a Berlín logros en el portafolio.
Esta vez, Trump calificó a Merkel de ser una mujer fuera de lo común, mientras que la política democristiana reconoció que el acercamiento actual entre Corea del Norte y Corea del Sur se debe en gran parte al presidente estadunidense.
Sin embargo, la amenaza de una guerra comercial desatada por Estados Unidos sigue pendiendo en el aire. Trump tomará decisiones importantes en los próximos días.
El primero de mayo próximo, el gobierno estadunidense dará una respuesta a la petición de la Unión Europea (UE) de exentar de aranceles de castigo al acero y al aluminio del bloque europeo.
Para el 12 de mayo, Trump decidirá si la UE recibe más tiempo para mejorar al acuerdo nuclear con Irán, con el fin de complementarlo con acuerdos adicionales, o si por el contrario, el gobierno de Estados Unidos rompe con el acuerdo.