Pide rector de la UDG modificar la legislación para mejorar la ASEJ
14 de diciembre de 2016
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19:33
Lupita Martínez/Quadratín Jalisco
GUADALAJARA, JAL., 14 diciembre 2016.-Desde la apreciación del rector de la Universidad de Guadalajara, Tonatiuh Bravo Padilla la falta de consenso entre los legisladores para nombrar al nuevo titular de la Auditoría Superior del Estado de Jalisco (ASEJ), tiene que ver con que no había propuestas técnicas por parte de los aspirantes, según dijo debe aprovecharse la coyuntura para hacer los ajustes necesarios a la Constitución y a la Ley de Fiscalización para que no queden resquicios legales en los procesos de elección que se vienen.
Bravo Padilla sostuvo que además en los siguientes procesos las convocatorias no deben limitar la participación a solo ciertas profesiones porque eso provoca la falta de consenso, dijo que si bien se debe considerar la profesionalización y el examen también debe tomarse en cuenta la experiencia.
«Es deseable que la nueva ley, además de contemplar la armonización legal, centre todos sus esfuerzos en el combate a la corrupción.En este sentido, lo que sería idóneo es primero trabajar en la armonización de las leyes estatales y, posteriormente, designar, en un nuevo marco legal, al nuevo auditor», subrayó.
Cuestionó la forma en la que se están realizando actualmente las designaciones, ya que considera que el examen de conocimientos no necesariamente refleja las necesidades que existen en la Auditoría, por lo que dijo que deberían presentar una propuesta de trabajo sobre las funciones que harían al llegar al cargo y que se sustenten de acuerdo al Sistema Nacional y Estatal Anticorrupción.
Manifestó que con un nuevo marco legal se debe evitar que vuelvan a presentarse los casos de conflictos de intereses, esto sin limitar la participación de los aspirantes, e insistió «está bien que haya requisitos de calidad, pero también de experiencia».
Bajita la mano, el rector universitario reprochó que se le deje fuera de este tipo de procesos a la Universidad de Guadalajara por ser un ente que recibe recursos públicos y que por lo tanto es fiscalizable.
«Me parece que eso es un absurdo, los académicos de toda institución deben ser escogidos para participar por su preparación, su obra publicada, su conocimiento de las áreas independientemente de donde labore, una cosa muy distinta es que no se invite a la contralora de la universidad o al rector general porque representamos al ente auditable y otra cosa es que se pretenda que el ente auditable sea representado por todos los académicos», criticó.
Indicó que el nuevo auditor debe contar con una visión de gobierno abierto y que su gestión debe ser en base a los mecanismos que se establezcan con el sistema estatal anticorrupción.