Para 7.6 por ciento de la población de México está en desacuerdo que los niños colaboren con el quehacer de la casa, mientras que uno de cada cien ciudadanos indica que no está a favor ni en contra de esta práctica. El resto no respondió o dijo que no sabe.
Por cada 92 mujeres que creen que es bueno que los niños compartan las labores caseras hay 87 hombres.
Los encuestadores de GCE llamaron por teléfono a 600 hogares de todo México y encontraron que 91.8 por ciento de la gente piensa que el realizar ciertas tareas hogareñas es benéfico para los menores, pero 6.4 por ciento dice que no ayuda y los demás no saben o callaron lo que piensan.
La lista de que labores debe o puede cumplir un niño en casa incluye estas:
Quehaceres domésticos sencillos, dice 33.1 por ciento de la gente
Estudiar o hacer la tarea, opina 13.2 por ciento
Jugar, señala 11.9 por ciento
Obedecer a los padres, cree 9.9 por ciento
Hacer ejercicio, comenta 5.4 por ciento
Otras cosas que los menores deben hacer en casa es ser respetuosos de los valores (4.4), recoger sus juguetes (4.3), ser responsables (3.6), cuidad su salud (2.4) y ser felices (2.1). Un 6.2 por ciento no sabe del tema y los demás callaron o dijeron que hay otras cosas que hacer.
Más allá de las tareas hogareñas o acciones que debe o puede realizar un menor en casa, Gabinete indagó sobre varias situaciones sobre el trabajo de los niños.
“De la siguiente lista de situaciones, dígame para cada una de ellas, si considera que se justifica o no el trabajo infantil:
Si el menor se casó y tiene un hijo o debe sostener a su cónyuge. 63 de cada cien personas consultadas por todo México considera que el trabajo se justifica en este caso, pero 34 dicen que ni estas condiciones es bueno que el menor trabaje.
Si el niño continúa con sus estudios y trabaja para ayudar económicamente a su familia. 39 de cada centenar de encuestados por GCE piensa que esto no es justificable. Son mayoría quienes sienten que en este caso está justificado el trabajo infantil.
Si el menor tiene entre 13 y 17 años. La mitad de la gente (49.5 por ciento) dice que en esta circunstancia entiende que el niño labore, en tanto que 46.9 por ciento de la gente no ve eso sea una razón para que los menores laboren.
Si la familia vive en extrema pobreza y todos los integrantes tienen que laborar para obtener dinero: en este caso 48.1 por ciento justifica el trabajo e los niños, pero son poco más (50.6 por ciento) quienes dicen no hay razón para que los mejores laboren.
Si alguno de los padres no pudiera trabajar por limitaciones física y el niño tuviera que hacerse cargo de la familia. Ante estas circunstancias, 43.8 por ciento de la gente piensa que hay motivos para justificar el trabajo infantil, sin embargo, 52.9 por ciento mantiene que los niños no deben trabajar ni para afrontar estas condiciones socioeconómicas.
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