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GUADALAJARA, Jal., 24 de septiembre de 2016.- El diputado Daniel Ordoñez Hernández instó a la «jerarquía católica a dejar de proteger a sacerdotes pederastas y a tomar las medidas necesarias para terminar con estos y otros abusos similares que tienen lugar en la iglesia».
Lo anterior, en relación al caso del padre José Alfredo López Guillén, párroco de la iglesia de la Santísima Trinidad, en la comunidad de Janamuato, municipio de Puruándiro, Michoacán; quien presuntamente está desaparecido y que fue visto en un video entrando a un hotel de paso con un menor de edad.
El legislador recordó que México es uno de los países que registra el mayor número de denuncias contra sacerdotes pederastas y recordó la lamentable historia de los abusos perpetrados por el padre Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo.
“La verdad cae por su propio peso y es lamentable que mientras la iglesia ha desatado toda una campaña homofóbica y de intolerancia contra la reforma en materia de matrimonios igualitarios, no ataque la pederastia que históricamente ha existido en sus filas”.
En opinión del diputado “el celibato es un mito, cierto es que representa una obligación para ciertos ministros de culto, pero también lo es que una gran parte de ellos tienen relaciones o encuentros constantes de carácter sexual”.
“En lo personal, no cuestiono que los sacerdotes tengan relaciones heterosexuales u homosexuales o que de verdad guarden el celibato, de hecho, también se ha luchado y legislado para que esos derechos universales relacionados con las preferencias sexuales se les respeten a todas las personas; lo inconcebible es que cualquier persona, religiosa o no, incurra en abuso de carácter sexual”.
En este marco, Ordoñez Hernández hizo un llamado a la prudencia a quienes están promoviendo las marchas para este sábado, argumentó que “todo mundo tiene el derecho de ejercer su libertad de expresión, pero esta debe ser encauzada en un marco pacífico y de respeto a la ley y a las instituciones, como el Congreso de la Unión”.
Dijo que “los matrimonios igualitarios ya son una realidad social y jurídica y lo único que se propone al reformar el artículo 4º de la Constitución es llevar este derecho a la Carta Magna.”
“Podremos estar o no de acuerdo con esta iniciativa de reforma, hay que discutir, debatir y consensuar el tema; pero nadie tiene derecho a poner en riesgo la estabilidad política y social del país y mucho menos a vulnerar los derechos humanos y promover campañas de odio”, concluyó.