El jamaicano volvió a salir ‘deficientemente’, como en la semifinal, sufrió en los primeros 30 metros pero el centroamericano remontó, apretó y terminó llevándose la presea dorada ante el cierre de los hombres más rápidos del mundo.
El ‘Rayo’ de Sherwood alzó la cabeza a la pantalla gigante del Estadio Olímpico en los últimos metros, como es habitual, y se llevó el puño al pecho, sabiéndose vencedor, al verse por adelante de Gatlin, su más cercano perseguidor.
Ahora, y ya habiendo ganado su primer oro en Río, el hombre más veloz sobre la faz de la tierra tendrá dos citas más en tierras brasileñas donde busca la presea máxima en 200 metros y el relevo de 4×100. La historia de Usain Bolt en Juegos Olímpicos está a segundos de quedar para siempre en los libros.