De acuerdo con El Universal, ante la polémica del deceso del ejemplar cuando iba a ser trasladado al santuario de Guadalajara con fines reproductivos, la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México, A.C. (AZCARM) confió en que se siguieron los protocolos para el traslado de Bantú y llamó a esperar los resultados de la necropsia.
De acuerdo con trabajadores que participaron en el proceso fallido de traslado, el primer error fue que las autoridades del zoológico ordenaron anestesiar al primate para meterlo a una jaula transportadora, cuando el proceso correcto consistía en introducir la estructura a su albergue con varios días de anticipación para que se familiarizara con ella. “Hay protocolos para manejar un animal de esos (sobre todo porque está en peligro de extinción) y no lo arriesgas con una anestesia, a menos que hubiera un problema de seguridad como que se escapara”, comentó el trabajador, “pero aquí la orden fue movilizarlo ya”, explicaron.
Al momento del traslado, que se intentó efectuar el pasado 6 de julio, otro problema fue prepararlo durante la noche, a pesar de que el gorila es un animal de hábitos diurnos; irrumpir su albergue a esa hora le provocó demasiado estrés y para tranquilizarlo se usó más anestesia de la necesaria, dijeron.