Aplaza juez indefinidamente sentencia de Trump por caso de Stormy Daniels
GUADALAJARA, Jal., 24 de abril de 2016.- El 53 por ciento de los 513 diputados de la Cámara de Representantes brasileña tiene o ha tenido cuentas pendientes con la justicia, según la organización Transparencia Brasil, que se encarga de llevar un informe pormenorizado y actualizado de este asunto. Es decir, 273 parlamentarios.
Según informa El País, «no a todos se les acusa de robar. O no sólo». Al diputado Alberto Fraga, del partido Demócratas de Brasil (DEM), se le condenó por llevar una arma de fuego. El parlamentario Éder Mauro, del Partido Social Democrático (PSD) está acusado, de extorsión y tortura en 2009, cuando se desempeñó como jefe policial en el Estado de Pará; cuando amenazó con ejecutar a un padre y sus dos hijos pequeños.
Al diputado, Paulo Maluf, ex alcalde de São Paulo y ex gobernador del Estado de São Paulo, está condenado a tres años de cárcel por lavado de dinero en Francia, perseguido por la Interpol por el mismo delito, sin poder salir del país por temor a acabar en una cárcel extranjera; fue uno de los parlamentarios que votó el domingo a favor del proceso de destitución de la presidenta Dilma Rousseff.
El pastor evangélico Hidekazu Tamayama, diputado del Partido Social Cristiano (PSC), tiene abierto un proceso en su estado de Pará que incluye desvío de dinero, pagos ilegales en la Asamblea del Estado y la contratación de funcionarios fantasmas; Nilson Leitão, del Parido Social Demócrata Brasileño (PSDB), de centro derecha, está procesado por atentar contra la población indígena y tratar de quedarse fraudulentamente con sus tierras en el estado de Mato Grosso, refirió el diario.
Según la publicación, «el personaje político más detestado por los brasileños no es la presidenta Dilma Rousseff, es el presidente del congreso, el aparentemente piadoso y polémico Eduardo Cunha». El 94 por ciento de los partidarios de Rousseff están en contra de él; El 84 por ciento de los que quieren que la presidenta se vaya, también.
Cunha, está acusado de regentar cuentas millonarias en Suiza engordadas a base de sobornos de Petrobras. Un informe de la fiscalía hecho público hace meses mostraba los obscenos gastos del parlamentario y su familia durante unas vacaciones de Navidad.
El Senado brasileño mantiene la misma impactante tasa del 55,6 por ciento de políticos involucrados en casos judiciales.
Delcidio de Amaral, ex portavoz del Partido de los Trabajadores (PT), la formación de Dilma Rousseff y Lula, actualmente procesado en el Caso Petrobras. El mismo presidente del Senado, Renan Calheiros, del Partido do Movimento Democrático Brasileiro (PMDB), está siendo investigado en nueve piezas distintas del mismo caso de la petrolera.