Solamente 11.5 por ciento de los mil 500 encuestados por Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE) dijo que la sociedad es más católica que hace un tiempo, pero una dominante mayoría 61.3 por ciento confiesa que la fe es menor y el resto no sabe o prefirió guardar en secreto su pensamiento.
GCE llamó por teléfono a hogares de todo México el 8 y 9 de febrero para indagar sobre la religiosidad y preguntó usted piensa que la iglesia y sus autoridades deben permitir lo siguiente:
Divorcio: 68 por ciento cree que es algo que la jerarquía católica debe aceptar, pero 29.1 por ciento de la gente cree que es un tema que no debe cambiar desde la iglesia.
Mujeres sacerdotisas: 59.4 por ciento aceptaría que ellas llegaran a los altares para oficiar misa, lo que hasta ahora es asunto exclusivo de hombres. 38.7 por ciento se oponen a que se den cambios en este campo religioso.
Que los sacerdotes se casen y termine el celibato: Para 57 por ciento de la gente esto no debe cambiar y los curas deben mantenerse solteros y célibes. Pero 40.1 por ciento cree que deben modificarse las cosas y permitir a los ministros católicos unirse en matrimonio y tener relaciones de pareja.
Aborto antes de 12 semanas: 67.2 por ciento está en contra de la interrupción de la procreación, en tanto que 27.9 por ciento está de acuerdo con esta medida que las leyes mexicanas avalan en varios puntos del país, pero que la iglesia rechaza en todo caso.
Las cosas se mantienen igual en ciertos temas cuando se abordan personalmente.
Gabinete (www.gabinete.mx) pidió a las mil 500 personas con las que habló en vísperas de la visita del Papa dijeran si están de acuerdo con algunos asuntos controversiales.
Sobre que mujeres solteras aborten antes de las 12 semanas de embarazo, 59 por ciento de la sociedad rechaza esta opción que legalmente es viable según las leyes en varios estados. Sólo 12 de cada cien mexicanos están de acuerdo con este método.
Ante el matrimonio de sacerdotes y las relaciones sexuales de los curas, 51.7 por ciento de la gente rechaza estas opciones, mientras que 20 por ciento apoya que los ministros se casen y tengan pareja sexual.
La idea de que quienes se casaron por la iglesia y tras separarse se unan con otra persona estén en pecado mortal es rechazada por 41.8 por ciento que piensan que no debe mantenerse esta condena de la iglesia católica. Pero 17.2 por ciento piensa que estas personas deben penar por su falta con la iglesia.
La aceptación de la unión de parejas del mismo sexo por la iglesia católica recibe el rechazo de 43 por ciento de los consultados en México, mientras que 25.4 por ciento quieren que se permitan estas bodas.
Las parejas deben esperar a casarse para tener relaciones sexuales: 27 por ciento se opone a este contacto sexual prematrimonial, 27.8 por ciento indica que esto es aceptable.
Sacerdotisas: 32 de cada cien mexicanos no desea que las mujeres oficien misa y cumplan otras funciones destinadas hasta hoy a los hombres en la curia. 35.6 por ciento apoya que las mujeres lleguen a los altares como sacerdotisas.
Al final de cuentas, en un país con una población mayoritariamente católica, resulta interesante que 70 de cada cien personas entrevistadas se confiesen como creyentes que solo van a misa de vez en cuando y que no se confiesan con regularidad como manda la iglesia.
Asimismo, 24 afirman que van a misa y se confiesan como mandan sus creencias. 2.6 por ciento de los católicos confesó que no cumple con ninguna de estas cosas y el resto se reservó su respuesta.