Regresa el Festival Parrillero con más clases y entretenimiento
GUADALAJARA, Jal., 31 de enero de 2016.- Diez ballenas muertas fueron halladas en la Laguna Ojo de Liebre, Baja California Sur y en la Playa La Cuevas, municipio de Compostela, Nayarit, fenómenos ocurridos en sitios y fechas diferentes por lo que se descarta que se trate de un evento masivo.
De acuerdo con un comunicado de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), en la primera acción atendieron a nueve ballenas grises de la especie Eschrichtius robustus encontradas varadas, sin vida, en la Laguna Ojo de Liebre, en Mulegé, en Baja California Sur, de las cuales 8 eran ballenatos y 1 ejemplar adulto.
Personal de la Profepa en la entidad localizó los cuerpos de dichos ejemplares en diferentes puntos de la Laguna, con lo que suman 16 para la presente temporada de reproducción, al ocurrir una situación similar en días pasados, cuando se localizaron otras siete ballenas grises varadas muertas en la laguna Ojo de Liebre.
De acuerdo con los especialistas, no se trata de un evento masivo de mortalidad, toda vez que los ejemplares se encontraron en fechas y sitios diferentes, así como en distinto estado de descomposición.
La muerte de los cetáceos corresponde a una situación natural, encontrándose dentro de los rangos habituales de mortalidad, establecieron especialistas de la Delegación Federal de la PROFEPA en Baja California Sur y de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) en la entidad.
Hallan ejemplar en Compostela
En Nayarit, inspectores de la Profepa, en coordinación con personal de la empresa Vallarta Adventures, encontraron un ejemplar adulto de ballena jorobada (Megaptera novaeangliae) en la playa Las cuevas del municipio de Compostela, donde el especimen se hallaba en avanzado estado de descomposición.
Expertos en mamíferos marinos aseguraron que el deceso de la ballena se debió a causas naturales al ser un ejemplar longevo; asimismo, informaron que derivado de la marea y las corrientes marinas este fue arrojado a tierra, además de calcular que el especimen tenía entre 15 y 20 días de haber fallecido.
Por lo anterior, se procedió a realizar perforaciones en el tórax y abdomen del animal a fin de liberar la presión de gases y ubicar en el cuerpo del ejemplar heridas o daños; sin embargo, no presentaba ninguna lesión por artes de pesca o señales de trauma o golpe-lesión por alguna embarcación.
Dicha ballena se hundió por el estado de putrefacción tan crítico en el que se encontraba, en la playa Las cuevas.
La disposición final de los cadáveres de acuerdo al Artículo 57 del Protocolo de Atención para el Varamiento de Mamíferos Marinos es el mismo sitio del hallazgo, considerando que se encuentran en zonas deshabitadas, donde no representa molestias por el mal olor que produce, ni riesgos para la salud pública, además de formar parte de la cadena trófica, definida como la corriente de energía y nutrientes que se establece entre las distintas especies de un ecosistema en relación con su nutrición.
Ambas especies se encuentran listadas en la NOM-059-SEMARNAT-2010 bajo el estatus de Sujeta a protección especial