En una primera acción, se atendió a un total de nueve ballenas grises de la especie Eschrichtius robustus que fueron encontradas varadas, sin vida, en la Laguna Ojo de Liebre, en el municipio de Mulegé, en Baja California Sur, de las cuales 8 eran ballenatos y un ejemplar adulto.
La muerte de los cetáceos corresponde a una situación natural, encontrándose dentro de los rangos habituales de mortalidad, establecieron especialistas de la Delegación Federal de la Profepa en Baja California Sur y de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) en la entidad.
Por otra parte, en el estado de Nayarit, inspectores de la dependencia, en coordinación con personal de la empresa Vallarta Adventures, encontraron un ejemplar adulto de ballena jorobada (Megaptera novaeangliae) en la playa Las cuevas del municipio de Compostela, donde el especimen se hallaba en avanzado estado de descomposición.
Expertos en mamíferos marinos aseguraron que el deceso de la ballena se debió a causas naturales al ser un ejemplar longevo; asimismo, informaron que derivado de la marea y las corrientes marinas este fue arrojado a tierra, además de calcular que el especimen tenía entre 15 y 20 días de haber fallecido.